-Oh, -dijo, y suspiro -Carla, perdón pero lo que tenía planeado es importante, ¿te importaría dejarme aquí?
-Sí, perdón. Disculpa creo que ya no debo dejar de llevarme por sueños guajiros. -Roger le sonrió y ya nadie dijo nada. Carla dejo a Roger cerca de un Starbucks, dijo que tomaría un taxi. Y Carla se sintió lo peor del mundo.
¿Enserio creyó que Roger iba a aceptar que se lo llevara a quien sabe dónde?
Aahh, suspiro. Creo que debería de intentar no soñar con que lo besa. Si él antes no la odiaba, seguro ahora sí.
Llego hasta la nueva sucursal e hizo todo lo que tenía que hacer, cajas y más cajas. Debería haber una forma diferente de llevar las cosas. ¿Qué tal maletas? O un teleTransportador, así podría llevar todo más rápido, no quedarle mal a Roger con las citas y tal vez alejarse de la ciudad y todo lo que conlleva. Otra vez.
Regresaría con su abuela, habían quedado que cenarían.
La abuela sabe cómo hacer que olvide los problemas. No le dio alcohol si es lo que les preocupaba, simplemente le dio más trabajo.
Las nuevas sucursales siempre son una lata. Debió haber esperado un mes por lo menos para mudarse. Por lo menos así, no le quedaría mal tantas veces a su vecino favorito. Sí, Roger.
Cuando su cuerpo ya no aguantaba estar trabajando un poquito más regreso a casa. Oprimió el botón del elevador que la llevara a su piso. Y esta vez en lugar de ver a quien no quería se encontró a la hermana de este; Camila.
-Tú, creí que Dios me iba hacer el favor de nunca jamás volver a verte –Dijo y parece una persona distinta a la que Carla había conocido.
Y ahora sí las cosas no podrían estar peor, Seguro Roger le contó que intentó secuestrarlo. Aunque sabemos que no exactamente. Pero quien sabe cuál sea su versión de los hechos y tal vez solo en sueños pueda ser algo más que la vecina de Roger.
-Seguro es tu día de mala suerte. –Dijo entrando al elevador, esperando que suba y ya no tener que verle la cara.
Llego a su departamento. A pesar de ya haber cenado, moría de hambre, pero tenía mucha pereza de cocinar. Así que mejor se tomo una pastilla para dormir, esperando está noche no tener ningún sueño fuera de lo común. De esos que luego la hacen hacer cosas terribles.
El día siguiente y el siguiente y el siguiente, no vio a Roger, ni de lejos y eso estaba más que bien. Seguro que ni una disculpa le aceptaría pero, bueno como sea. Ella con los ojos puestos en el trabajo y nada más.
Cada vez estaba más cerca la nueva boutique y su vida normal. ¡¡Sí!!
Aunque ya no volvería a ser lo mismo saben. En primera Carla decidió que esto con Roger no daba para más no entendía nada y lo mejor será de lejitos. Así que analizando las cosas y viendo que siempre se lo encuentra en el elevador, ahora solo llegara a su departamento vía escaleras.
Así comenzó esto “para sacarlo de mi vida” tal vez, sí en otra vida vuelve a encontrárselo, pensará tres veces antes de decirle algo como “hola”
Así que, aquí vamos rumbo a desayunar con la abuela, para luego seguir con el trabajo y eso.
Como ya no toma el elevador, el spinning es su mejor amigo, 7 pisos y un millón de escalones, nada fácil pero eso ya estaba decidido.
Cuando llego abajo, recordó que dejo arriba las llaves de la camioneta. Ops!, una llamada, de la abuela que se diera prisa, nimodo no quedaba otra opción más que, el elevador.
Subió deprisa, cuando llego a su departamento una caja estaba en la entrada solo con una nota que decía: ¨para Carla¨ la tomo y la metió a su casa, la dejo sobre la mesa, no tenía otra nota, ni remitente.
Pero llevaba prisa así que solo la tomo la nota la vio de reojo y la dejo, tomo sus llaves y se fue.
Bajo en el elevador, temerosa, en cuanto se abrió no encontró a nadie. Se fue con su abuela a desayunar, mañana seria el gran día, el evento que la llevaría a un pequeño descanso, mañana se inauguraba la boutique del sur.
Un día mas que apurado. Pero tranquilo, dio solo dos viajes, mañana se iría a las 6 para arreglar todo!, así que a descansar. El evento seria a las 4 de la tarde pero ella era la que debía hacer todo!
Llego al edificio y… ¡escaleras! ¡No! Estaba demasiado cansada para subir 7 pisos
Pero no quería encontrarse con Roger, la flojera gano y subió en elevador, por equivocación presiono 8 en vez de 7 quiso presionar 7 pero ya era demasiado tarde el elevador iba para el piso 8. Las puertas del elevador se abrieron, desierto, así estaba el lugar, un departamento con el numero 353 le llamo la atención, tenía unas macetas afuera, y un letrero que decía ¨bienvenidos!¨ río al pensar que fuera el departamento de Roger, bajo a su piso, llego a su departamento, estaba por ir y tirarse a la cama pero una caja llamo su atención.
<<Veamos que es>>
Abrió la carta primero, era otro que decía, ¨lee la carta ya que hayas abierto la caja¨ y así lo hizo, primero abrió la caja, eran unos cuantos discos, de bandas que ella jamás había escuchado, uno de ellos se le hizo familiar pero lo ignoro, ahora era hora de abrir la carta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario