jueves, 18 de agosto de 2011

Capitulo 4 (INICIAR DE CERO!)


-revisaste mi bolso?-desconcertada preguntó lo obvio.
-sí, pero recordé inmediatamente que te conocía abajo y no hubo necesidad de ver nada-mentira, había visto su bolso, saco sus cartera y su lugar de nacimiento, hasta se tomo la libertad de agendar la fecha de su cumple- y regrese, pregunte al portero y él fue el que me dijo que numero era
-Ho, creo que tendríamos que iniciar de cero-se levanto del sofá- soy Carla Medina- extendió su mano
-jeje- una sonrisa, se levanto y estrujo la mano extendida de Carla- Roger González, un placer
-ahora sí, ya no somos unos desconocidos- <<que dije?, acabo de pensar en voz alta!>>-perdón jeje –sonrió esperando que el notara que fue su inconsciente el que hablo.
-creo que no, soy tu vecino, vivo en el piso de arriba-sonrió tímidamente- si necesitas algo, no dudes en pedírmelo
-gracias, de hecho necesito algo-no quería pero tendría que pedirlo al otro día y que mejor que a su nuevo amigo.
-si dime-creyendo que le pediría, agua, comida y tal vez que al siguiente día a su nuevo trabajo, respondió.
-quería ver si y une podías ayudar a encontrar un dirección- dijo tímida, después de unos segundos se arrepintió pero ya era demasiado tarde-digo si puedes, no es un…
-será todo un placer-la interrumpió a tiempo- es más, te daré un tour si tu quieres
-jaja gracias, me gustaría-sonrió aliviada de no verse provechada- eres… muy amable
<<quizás el pueda ser el amor de mi vida, jaja que digo, se ve que no tenemos nada en común>>
-ok, te veo mañana por la mañana- se levanto nuevamente del sofá, señal de despedida.
-muchas gracias-dijo mientras se levantaba para abrir la puerta.
Una despedida rápida, no se conocen lo suficiente para saludarse y despedirse de beso, así que solo estrujaron sus manos.
Carla termino de revisar las cajas que restaban, acomodo lo ultimo… ya no hallaba que hacer, miro a su alrededor y por primera vez se sintió libre, sin nadie que la presionara, que le dijera que tenía que comprar y lo que debía hacer, sobre todo no tenía que darle explicaciones a nadie!. Sonrió y rio a carcajadas SOLA! Por fin!
Eran las 7 de la tarde y ya había terminado todo!, reviso y el refri y… NADA!
Se sentó a la mesa e hizo la lista que necesitaba, miro un poco de tv, se dio una ducha y durmió…
Cortinas.
Debió haber puesto las cortinas, ahora seguiría durmiendo y no maldiciendo al sol, que la verdad él ni es culpable de todo lo que le acusan.
Se levantó con más flojera de la que debe ser legal, fue directo a la cocina, el estómago le gruñía y ¡Sorpresa! No hay nada para comer.
Nada.
Se vistió y salió. Tenía que comer, comprar comida para el resto de su vida o de la semana por lo menos.
Antes de, desayuno en una cafetería que no estaba muy lejos de su departamento. Mientras le daba un último sorbo a su jugo de naranja, recordó que tenía que buscar cierto lugar.
Cuando terminó, tomó un taxi. Arrugó el pequeño papel de la dirección, cuando se detuvieron frente a esa tienda, de color extravagante. MINERVA'Z decía el letrero y se sintió tranquila. Por que definitivamente era ahí.
Entró a la boutique buscando a su abuela. Sí, su abuela es la dueña de esta y otras dos tiendas con el mismo nombre. Trabajaría para ella, como lo hacía en su antigua ciudad.
Su trabajo le encantaba, aunque tener que trabajar es lo único que no le gusta de esta nueva libertad.
-Carla, cariño. Qué bueno que ya estás aquí. -Dijo su abuela yendo a recibirla con un abrazo. -Tenemos muchísimo trabajo. Abriremos otra sucursal en el sur, tú te quedaras aquí y María -Apunto a una chica de cabellos rubios que se encontraba tras el mostrador muy ocupada por lo visto -Se hará cargo de la otra tienda.
Fueron a la pequeña oficina que se encontraba en la parte de atrás. Tres tazas de café después y el trabajo ya no era tal relevante.
-Así sigues soltera -Afirmo la abuela y Carla solo asintió -¿Ni siquiera un pretendiente? -Preguntó curiosa
Roger.
Mal momento para acordarse de él. Es más que obvio que el no la pretende.
Roger
Chin. Había quedado con él de venir a buscar esta boutique. Mierda, mierda, mierda.
Quería azotar la cabeza contra la pared ¿Cómo se le pudo olvidar? ¡¿Cómo?!
Su abuela notó la incomodidad de sus pensamientos y ya no pregunto nada sobre romance, chicos y esas cosas. Ocuparía la mente de Carla, poniéndola a trabajar y con trabajar se refiere a mandarla al sur a supervisar la próxima tienda.
Una hora y media de viaje. Tenía que relajarla. Si no, haya se puede quedar. Necesita gente que tenga los ojos puestos en el negocio. No a su nieta que suspirara por sabe quién.
El viaje fue largo, más de una hora y media de ida y lo mismo de regreso.
No.
Duro un poco más, exactamente una semana. Ahora va entrando a su edificio totalmente agotada. Apretó continuamente el botón del elevador, cuando por fin se abrieron las puertas vio salir al único vecino que conoce Roger.
Quería saludarle, enserio. Pero antes de decir cualquier cosa, el la jalo haciendo que entrará al elevador y la beso.
De una manera nada dulce, sino más bien necesitada. Como diciendo “te extrañe, aunque ni te hayas acordado de mí para despedirte”
...
Una sincera disculpa por no haber actualizado antes, pero, es que yo creí que Mar iba a actualizar y supongo que ella pensó lo contrario. Por eso mismo hoy hay dos capítulos. Esperamos que les este gustando, 

;)

1 comentario:

  1. No me dejen asii!!! suban mas se los ruegoo :D esta divina!

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