miércoles, 31 de agosto de 2011

CAPITULO 6 (EVITAR!)


-Oh, -dijo, y suspiro -Carla, perdón pero lo que tenía planeado es importante, ¿te importaría dejarme aquí?
-Sí, perdón. Disculpa creo que ya no debo dejar de llevarme por sueños guajiros. -Roger le sonrió y ya nadie dijo nada. Carla dejo a Roger cerca de un Starbucks, dijo que tomaría un taxi. Y Carla se sintió lo peor del mundo.
¿Enserio creyó que Roger iba a aceptar que se lo llevara a quien sabe dónde?
Aahh, suspiro. Creo que debería de intentar no soñar con que lo besa. Si él antes no la odiaba, seguro ahora sí.
Llego hasta la nueva sucursal e hizo todo lo que tenía que hacer, cajas y más cajas. Debería haber una forma diferente de llevar las cosas. ¿Qué tal maletas? O un teleTransportador, así podría llevar todo más rápido, no quedarle mal a Roger con las citas y tal vez alejarse de la ciudad y todo lo que conlleva. Otra vez.
Regresaría con su abuela, habían quedado que cenarían.
La abuela sabe cómo hacer que olvide los problemas. No le dio alcohol si es lo que les preocupaba, simplemente le dio más trabajo.
Las nuevas sucursales siempre son una lata. Debió haber esperado un mes por lo menos para mudarse. Por lo menos así, no le quedaría mal tantas veces a su vecino favorito. Sí, Roger.
Cuando su cuerpo ya no aguantaba estar trabajando un poquito más regreso a casa. Oprimió el botón del elevador que la llevara a su piso. Y esta vez en lugar de ver a quien no quería se encontró a la hermana de este; Camila.
-Tú, creí que Dios me iba hacer el favor de nunca jamás volver a verte –Dijo y parece una persona distinta a la que Carla había conocido.
Y ahora sí las cosas no podrían estar peor, Seguro Roger le contó que intentó secuestrarlo. Aunque sabemos que no exactamente. Pero quien sabe cuál sea su versión de los hechos y tal vez solo en sueños pueda ser algo más que la vecina de Roger.
-Seguro es tu día de mala suerte. –Dijo entrando al elevador, esperando que suba y ya no tener que verle la cara.
Llego a su departamento. A pesar de ya haber cenado, moría de hambre, pero tenía mucha pereza de cocinar. Así que mejor se tomo una pastilla para dormir, esperando está noche no tener ningún sueño fuera de lo común. De esos que luego la hacen hacer cosas terribles.
El día siguiente y el siguiente y el siguiente, no vio a Roger, ni de lejos y eso estaba más que bien. Seguro que ni una disculpa le aceptaría pero, bueno como sea. Ella con los ojos puestos en el trabajo y nada más.
Cada vez estaba más cerca la nueva boutique y su vida normal. ¡¡Sí!!
Aunque ya no volvería a ser lo mismo saben. En primera Carla decidió que esto con Roger no daba para más no entendía nada y lo mejor será de lejitos. Así que analizando las cosas y viendo que siempre se lo encuentra en el elevador, ahora solo llegara a su departamento vía escaleras.
Así comenzó esto “para sacarlo de mi vida” tal vez, sí en otra vida vuelve a encontrárselo, pensará tres veces antes de decirle algo como “hola”
Así que, aquí vamos rumbo a desayunar con la abuela, para luego seguir con el trabajo y eso.
Como ya no toma el elevador, el spinning es su mejor amigo, 7 pisos y un millón de escalones, nada fácil pero eso ya estaba decidido.
Cuando llego abajo, recordó que dejo arriba las llaves de la camioneta. Ops!, una llamada, de la abuela que se diera prisa, nimodo no quedaba otra opción más que, el elevador.
Subió deprisa, cuando llego a su departamento una caja estaba en la entrada solo con una nota que decía: ¨para Carla¨ la tomo y la metió a su casa, la dejo sobre la mesa, no tenía otra nota, ni remitente.
Pero llevaba prisa así que solo la tomo la nota la vio de reojo y la dejo, tomo sus llaves y se fue.
Bajo en el elevador, temerosa, en cuanto se abrió no encontró a nadie. Se fue con su abuela a desayunar, mañana seria el gran día, el evento que la llevaría a un pequeño descanso, mañana se inauguraba la boutique del sur.
Un día mas que apurado. Pero tranquilo, dio solo dos viajes, mañana se iría a las 6 para arreglar todo!, así que a descansar. El evento seria a las 4 de la tarde pero ella era la que debía hacer todo!
Llego al edificio y… ¡escaleras! ¡No! Estaba demasiado cansada para subir 7 pisos
Pero no quería encontrarse con Roger, la flojera gano y subió en elevador, por equivocación presiono 8 en vez de 7 quiso presionar 7 pero ya era demasiado tarde el elevador iba para el piso 8. Las puertas del elevador se abrieron, desierto, así estaba el lugar, un departamento con el numero 353 le llamo la atención, tenía unas macetas afuera, y un letrero que decía ¨bienvenidos!¨ río al pensar que fuera el departamento de Roger, bajo a su piso, llego a su departamento, estaba por ir y tirarse a la cama pero una caja llamo su atención.
<<Veamos que es>>
Abrió la carta primero, era otro que decía, ¨lee la carta ya que hayas abierto la caja¨ y así lo hizo, primero abrió la caja, eran unos cuantos discos, de bandas que ella jamás había escuchado, uno de ellos se le hizo familiar pero lo ignoro, ahora era hora de abrir la carta.

jueves, 25 de agosto de 2011

CAPITULO 5 (DESPIERTA!)

Carla abrió los ojos, y despertó, todo había sido parte de un sueño, el mejor de sus sueños en esta semana por fin su mente había reproducido una llamada de atención, no tardo mucho en levantarse deprisa a darse un baño y a salir, cuando apretó el botón cuando las puertas estaban por abrirse u bostezo se hizo  presente, cuando abrió los ojos, su vecino estaba frente a ella.
-despierta!, ya es de día- dijo, sin una sonrisa como las últimas veces- creo que es muy temprano para ti
-de hecho no, simplente estoy cansada-dijo, mientras entraba al elevador junto a Roger- pensaba subir a pedirte una disculpa, pero el trabajo me está absorbiendo
-descuida, no tienes que darme explicaciones.
-bueno… he… este viernes vamos abrir una boutique en el sur, y… m gustaría que me acompañaras
-que te acompañe?, ósea que sea tu compañero?- se puso frente a ella para verla a los ojos- o solo quieres que vaya como invitado?
-jeje te diría que como invitado pero… -hizo una pequeña pausa para mirar los ojos de Roger- quisiera que fueras mi compañero
-en ese caso acepto- sonrió como las ultima veces que la había visto- encontraste el lugar o te perdiste en estas semanas?
-jeje si, lo encontré –era obvio que toco el tema por algo- perdón, quería pero…
-no debes dar explicaciones. No aun…
-entonces nos vemos el viernes?-quería saber si no era un sueño, como el de la mañana.
-no, de hecho quiero pedirte que mañana me acompañes a la asociación, no sé si puedas, pero necesito tu ayuda-firme, fuerte y tierno, así fue su comentario.
-mañana? –por su cabeza pasaba todo lo que tenía que hacer…- mañana por la tarde, a las 3, aquí en la entrada, te parece?
-está bien, aquí nos vemos.
Una sonrisa basto para despedirse, 7pisos fueron suficientes par a una pequeña conversación.
Carla llego  a la boutique, su abuela ya la esperaba con unas cajas.
-Carly date prisa tienes que llevar estas cajas a la boutique del sur.
Carla cargo las cajas hasta la camioneta que su abuela tan ¨amable¨ le presto para su estancia en la cuidad, no pudo decir nada porque ya se encontraba rumbo a la boutique, la verdad es que quería reír a carcajadas, las cajas le recordaron a Roger, y en seguida a su sueño.
Un día pesado, después de 7horas estaba de regreso en casa, llego y durmió, de pronto ya era de día. Se levanto desayuno rápido y se baño, salió casi volando. Llego a la boutique y enseguida ya había trabajo, Carla quería avanzar lo más rápido para ver a Roger.
De pronto ya eran las 2:45…
Carla miro el reloj pidió a maría que avisara a su abuela que tenía que salir<<no tardo>> dijo justo cuando su abuela salió de su oficina
-Carly paso algo espantoso!-no era para tanto pero la abuela es algo exagerada- están terminando de llenar la sucursal y falta mucho material tienes que llevar estas 5 cajas a la boutique…
-abue tengo un compromiso pero en cuanto…
-Carla no hay tiempo! Tienen que terminar de surtir la tienda y ver los vestidos que las modelos usaran EL VIERNES!
Carla entendió que no podía hacer nada más que cancelar su cita con Roger… la verdad no era una cita pero para ella eso seria.
María subió las cajas a la camioneta. Carla subió y emprendió su rumbo…
Justo cuando iba tomar la carretera, vio la calle que la llevaba al edificio… respiro  y por un segundo cerró los ojos, Y DEJO QUE SU CORAZON y su CONCIENCIA le indicaran el camino… no le importo nada y dio vuelta. Cuando termino ese largo respiro ya estaba frente al edificio
3:00pm
Justo Roger iba saliendo del edificio
-veo que eres puntual- dijo mientras terminaba de abrochar su chaqueta.
-sube, que no tengo mucho tiempo.- no sabía quién era la que hablaba.
Roger subió a su lado, abrocho su cinturón y Carla emprendió el camino.
-das vuelta  a la izquierda en la siguiente esquina – creyendo todavía que irían a la asociación.
-unhum- fue el único sonido que salió de Carla.
 De repente Carla dio la vuelta, y ya iban directo a la carretera, rogar no entendía que pasaba, él le había dicho cual era el rumbo.
-a donde vamos?
- a la boutique de mi abuela, tengo que llevar estas cajas, perdón, solo que mi abuela… bueno no tardaremos mucho
-segura?
-de hecho el viaje es de una hora y media… -los ojos de Roger se abrieron del asombro, literalmente lo había secuestrado-si no quieres te puedo regresar-Carla rezaba internamente para que el no la llamara loca y le pidiera que lo devolviera.
-no importa, tal vez en esta hora y media podemos averiguar de nosotros.
-jeje ok-<<que alivio!>>- y… que quieres saber de mi?
-¿Qué quiero saber de ti? -Se lo preguntó más a sí mismo. Guardo silencio, pensando ¿qué quiere saber de ella? En realidad todo. Pero, ¿Por dónde comenzar? -Bien... ¿Qué te trajo a Chicago?
-¿Un avión? -Medio pregunto. Luego se dio cuenta de que era una respuesta estúpida y mejor respondió con la verdad -Los problemas, la verdad la pase mal en New Jersey, tuve muchos problemas con mi ex novio y quería alejarme de todo lo que me recuerda a él. Ya casi no lo extraño

jueves, 18 de agosto de 2011

Capitulo 4 (INICIAR DE CERO!)


-revisaste mi bolso?-desconcertada preguntó lo obvio.
-sí, pero recordé inmediatamente que te conocía abajo y no hubo necesidad de ver nada-mentira, había visto su bolso, saco sus cartera y su lugar de nacimiento, hasta se tomo la libertad de agendar la fecha de su cumple- y regrese, pregunte al portero y él fue el que me dijo que numero era
-Ho, creo que tendríamos que iniciar de cero-se levanto del sofá- soy Carla Medina- extendió su mano
-jeje- una sonrisa, se levanto y estrujo la mano extendida de Carla- Roger González, un placer
-ahora sí, ya no somos unos desconocidos- <<que dije?, acabo de pensar en voz alta!>>-perdón jeje –sonrió esperando que el notara que fue su inconsciente el que hablo.
-creo que no, soy tu vecino, vivo en el piso de arriba-sonrió tímidamente- si necesitas algo, no dudes en pedírmelo
-gracias, de hecho necesito algo-no quería pero tendría que pedirlo al otro día y que mejor que a su nuevo amigo.
-si dime-creyendo que le pediría, agua, comida y tal vez que al siguiente día a su nuevo trabajo, respondió.
-quería ver si y une podías ayudar a encontrar un dirección- dijo tímida, después de unos segundos se arrepintió pero ya era demasiado tarde-digo si puedes, no es un…
-será todo un placer-la interrumpió a tiempo- es más, te daré un tour si tu quieres
-jaja gracias, me gustaría-sonrió aliviada de no verse provechada- eres… muy amable
<<quizás el pueda ser el amor de mi vida, jaja que digo, se ve que no tenemos nada en común>>
-ok, te veo mañana por la mañana- se levanto nuevamente del sofá, señal de despedida.
-muchas gracias-dijo mientras se levantaba para abrir la puerta.
Una despedida rápida, no se conocen lo suficiente para saludarse y despedirse de beso, así que solo estrujaron sus manos.
Carla termino de revisar las cajas que restaban, acomodo lo ultimo… ya no hallaba que hacer, miro a su alrededor y por primera vez se sintió libre, sin nadie que la presionara, que le dijera que tenía que comprar y lo que debía hacer, sobre todo no tenía que darle explicaciones a nadie!. Sonrió y rio a carcajadas SOLA! Por fin!
Eran las 7 de la tarde y ya había terminado todo!, reviso y el refri y… NADA!
Se sentó a la mesa e hizo la lista que necesitaba, miro un poco de tv, se dio una ducha y durmió…
Cortinas.
Debió haber puesto las cortinas, ahora seguiría durmiendo y no maldiciendo al sol, que la verdad él ni es culpable de todo lo que le acusan.
Se levantó con más flojera de la que debe ser legal, fue directo a la cocina, el estómago le gruñía y ¡Sorpresa! No hay nada para comer.
Nada.
Se vistió y salió. Tenía que comer, comprar comida para el resto de su vida o de la semana por lo menos.
Antes de, desayuno en una cafetería que no estaba muy lejos de su departamento. Mientras le daba un último sorbo a su jugo de naranja, recordó que tenía que buscar cierto lugar.
Cuando terminó, tomó un taxi. Arrugó el pequeño papel de la dirección, cuando se detuvieron frente a esa tienda, de color extravagante. MINERVA'Z decía el letrero y se sintió tranquila. Por que definitivamente era ahí.
Entró a la boutique buscando a su abuela. Sí, su abuela es la dueña de esta y otras dos tiendas con el mismo nombre. Trabajaría para ella, como lo hacía en su antigua ciudad.
Su trabajo le encantaba, aunque tener que trabajar es lo único que no le gusta de esta nueva libertad.
-Carla, cariño. Qué bueno que ya estás aquí. -Dijo su abuela yendo a recibirla con un abrazo. -Tenemos muchísimo trabajo. Abriremos otra sucursal en el sur, tú te quedaras aquí y María -Apunto a una chica de cabellos rubios que se encontraba tras el mostrador muy ocupada por lo visto -Se hará cargo de la otra tienda.
Fueron a la pequeña oficina que se encontraba en la parte de atrás. Tres tazas de café después y el trabajo ya no era tal relevante.
-Así sigues soltera -Afirmo la abuela y Carla solo asintió -¿Ni siquiera un pretendiente? -Preguntó curiosa
Roger.
Mal momento para acordarse de él. Es más que obvio que el no la pretende.
Roger
Chin. Había quedado con él de venir a buscar esta boutique. Mierda, mierda, mierda.
Quería azotar la cabeza contra la pared ¿Cómo se le pudo olvidar? ¡¿Cómo?!
Su abuela notó la incomodidad de sus pensamientos y ya no pregunto nada sobre romance, chicos y esas cosas. Ocuparía la mente de Carla, poniéndola a trabajar y con trabajar se refiere a mandarla al sur a supervisar la próxima tienda.
Una hora y media de viaje. Tenía que relajarla. Si no, haya se puede quedar. Necesita gente que tenga los ojos puestos en el negocio. No a su nieta que suspirara por sabe quién.
El viaje fue largo, más de una hora y media de ida y lo mismo de regreso.
No.
Duro un poco más, exactamente una semana. Ahora va entrando a su edificio totalmente agotada. Apretó continuamente el botón del elevador, cuando por fin se abrieron las puertas vio salir al único vecino que conoce Roger.
Quería saludarle, enserio. Pero antes de decir cualquier cosa, el la jalo haciendo que entrará al elevador y la beso.
De una manera nada dulce, sino más bien necesitada. Como diciendo “te extrañe, aunque ni te hayas acordado de mí para despedirte”
...
Una sincera disculpa por no haber actualizado antes, pero, es que yo creí que Mar iba a actualizar y supongo que ella pensó lo contrario. Por eso mismo hoy hay dos capítulos. Esperamos que les este gustando, 

;)

Capitulo 3 (OPS! UN POCO DE CARIÑO!)


-¿cómo has estado?- pregunto ella al notar a la chica que los observaba- ¿Cómo sigue tu vida? -con los ojos señalo a la chica.
-Oh, pues bien-al notar los ojos de Camila hacia su a acompañante soltó una risita- mejor que nunca, ya sabrás pronto, ven
Roger tomo la mano de Camila y se dirigió a Carla.
-mira ella es…- reflexiono que no sabía su nombre.
-hola soy Carla-ayudo a terminar la frase.
-soy Camila, tu cuñ… la hermana de Roger.
Un momento de SILENCIO! Acaban de descubrir sus nombres sin dirigirse a ellos…
-y ¿tú eres su…?- ¡quería detalles!.
-jeje soy amiga, creo que vecina de Roger- una risita nerviosa sonó, Camila sintió aun más ganas del saber
-Cami por fa, deja de interrogar a Carly-ops! Un poco de cariño!-que no es mi novia
-Está bien. Pero cuando lo sea quiero todos los detalles. -Sonrió, como sólo las hermanas metiches saben hacer.
Carla frunció el ceño y se río, como si hubiera escuchado el chiste más irónico. -Amiga, detén tu auto, tu hermano y yo nos acabamos de conocer, apenas sabemos nuestros nombres y tú ya quieres que seamos novios. Por favor
La situación se puso tensa. Carla se sintió un poco mal por sus palabras al ver que los ojos de ella se aguaban. Pero es que... ay. No porque el chico sea lindo y ella esté buscando amor significa que es él el indicado.
-Ella tiene razón Camila. -Dijo y su hermana si pudiera lo hubiera matado con la mirada. -Carla, estem iré con mi hermana a un imprevisto, ¿no te importa regresarte sola?
-No, claro que no. De paso conozco un poco la ciudad, haber cuando volvemos a vernos. -Sonrió de esa manera, que alguien le había dicho que era increíble.
Levanto la mano en señal de despedida y salió de ahí, olvidando el oso con los discos, la hermana y la increíble sonrisa que él tiene.
La ciudad definitivamente es hermosa, fue una muy buena elección. Se dan cuenta que es un día medio raro. El primero, la nueva vida, el elevador increíblemente rápido, el vecino, la sonrisa, el momento, la ilusión, la quedada mal, la hermana, la cagada. Y apenas son las cuatro de la tarde.
Pero está bien. Nadie dijo nunca que todo tiene que ser perfecto. Así que, por lo visto la tal Camila de la mucha importancia a las cosas, seguro están hablando de ella.
Y eso, es increíblemente.
Carly” ¿recuerdan eso? Le puso un sobrenombre, y Carla tuvo que reír con ganas, a carcajadas. Y es que él sin proponérselo le cambio un poquitín la vida, le dio algo en que pensar y... apenas iban unas horas.
Deberían ser amigos. O algo. Tal vez deba disculparse con Camila, y que ella no le deje otra salida que ser pareja.
Suena buena idea.
Y así paso un par de horas, imaginando cosas que nada tenían que ver con la realidad. Alguien toco la puerta.
Y es extraño porque nadie tiene su nueva dirección. Se acomodo un poco el cabello y...! Oh sorpresa!
-Hola, creo que dejaste tu bolsa en mi auto -Le entrego su “pequeño” bolso negro junto con una sonrisa.
-Oh muchas gracias, ¿quieres pasar? -Asintió y ella se hizo a un lado para que entrara.
-¿Quieres tomar algo?
-Agua por favor -Dijo tomando asiento en uno de los sillones -Y ¿qué tal la ciudad?-Preguntó dando un trago grande. Carla se sentó a un lado de él, suspirando un poco.
-Lo deje para después. Estoy algo cansada, decorar un departamento no es tan fácil como suena -Le sonrió y a él parece no importarle. -Oye, perdón si tu hermana se sintió mal con lo que le dije sólo que... -Roger la interrumpió
-Ya sabes, así son los hermanos, un poco molestos. –sonrió
-de hecho no lo sé-admitió apenada-soy hija única
-oh lo siento, soy un tonto no debí…- se apeno por su comentario, se levanto del sillón de golpe- perdón
-ya te vas?-no quiso sonar triste, pero así lo hizo ver.
-he no…- tampoco se quería ir pero su comentario hizo que se sintiera un completo tonto fuente a esa chica. Dejo el vaso sobre la mensa y se sentó- perdón, otra vez
-descuida, como ibas a saberlo, apenas y conoces mi nombre y mi… dirección como…?-apenas caía que aquel desconocido había llegado hasta su departamento
-he me tome la libertad de revisar tu bolso…-dijo tratando de no sonar abusivo.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Capitulo 2 (¡EXTRAÑOS!)

-Gracias -Le sonrió y ya no supo qué hacer. ¿Y ahora? ¿Qué sigue luego de qué conoces a alguien? Y ese alguien es lindo y tiene ojos muy bonitos. ¿Qué?
-Oye, estem te decía qué si quieres que te ayude con las cajas
-Sí, perdón. Me encantaría tu ayuda, pero... ni siquiera sé que les voy a hacer.
Él soltó una leve risa, metió las manos en las bolsas de su pantalón, meciéndose con los talones.
-¿Qué se supone que llevas ahí? -Ella le respondió y el sonrió, haciendo que sus ojos se vieran un poco más pequeños y él, verse adorable.
-Puedes donarlos, por aquí cerca hay un lugar donde puedes hacerlo -mencionó -yo podría acompañarte, si quieres
-¡SÍ! -dijo un poco (mucho) emocionada. -Digo, sí, por favor, bueno si no es mucha molestia para ti, o algo así
-No, para nada, justo ahora no tengo nada que hacer -Y sonrió, de esa manera que a Carla comenzaba a encantarle, y sintió sus mejillas arder.
El tomo varias cajas, dejándole solo un par a Carla, y como pudieron llegaron al coche de Roger. Abrió la puerta trasera y acomodo las cajas.
Le abrió la puerta del copiloto y ella sonrió antes de subir. “No te fíes de los extraños” Le dijo una vez su abuela, siempre supo que significaba y hablar/convivir con los extraños no era lo suyo. Hasta hoy. Es que él no entraba en su concepto de “extraño” aunque... pensándolo bien, están en el mismo coche, van a Dios-sabe-donde y, y NI SIQUIERA sabe su nombre.
No es el fin del mundo, o sabe. Tal vez es un psicópata y quiere sacarle el corazón para comérselo. Crudo.
Está bien, está bien. Dejo volar la imaginación un poco. Él no parece así.
-¿Estás bien? -Ella dio un respingo, no esperaba que le hablara
-Sí, sólo que... -Su teléfono sonó. Era su madre, para preguntar cómo había llegado, que tal la casa, la cuidad, etcétera. La llamada duro más de lo que esperaba y cuando fue consciente de ello, el chico ya la estaba esperando con todas las cajas apiladas.
-Chao, mamá. Te llamo luego. -Y bajo del auto, tomando las cajas más livianas y entrando al centro de donaciones.
Llenaría un formulario y podría irse.
El chico que iba con ella, era explorador. Apenas ella posó la vista en los papeles él fue a ver las cosas, tal vez habría algo que pudiera llevarse. Aunque, así no funcionaba ese lugar.
Terminó y salió a buscarlo, estaba viendo una de las cajas que ella había llevado. Era la que contenía los discos y revistas. Se paró junto a él, observando sus manos pasar por los cd's.
-¿Por que desacerté de esta música?- pregunto el al notar la presencia de ella a su lado -¡es muy buena!
Carla parecía tonta, lo miro detenidamente, estaba anonadada con él, como? Un desconocido!, <<reacciona!>> se decía así misma
-He, bueno me la regalo alguien de quien no quiero nada- <<tonta! Como dices eso?!>>-aparte tiene años en mi casa y nunca la he escuchado, y sinceramente no creo que la escuche
El dejo los discos a un lado, se levanto, miro sus ojos, por alguna extraña razón sentía que podía encontrar más de ella.
-y ¿por qué no escucharlos ahora? ¿Crees que te traerá recuerdos?- se notaba que estaba a punto de encontrar una pista
<<Así o más tonta!, el sabe que estas iniciando o más bien, que eres nueva aquí>> su mente le repetía mientras que conciencia se reía de ella
-no lo sé, simplemente… saque lo que creo no necesitar-dijo algo avergonzada.
-bueno esta música es de las mejores! , tal vez antes no la escuchabas porque no te llama-dijo-si la persona que te la dio no era…
-no lo sé. Esta música es… bueno no es mi estilo- se adelanto a terminar la conversación musical, antes que el desconocido supiera más de su vida, sobre todo su pasado-ya podemos irnos… he… jeje no conozco tu nombre
NOMBRES! Como olvidar preguntarlo?, simple: química!
-tienes razón- una risita y una sonrisa se hicieron presentes-mi nombre es… -una pausa se hizo, al ver a alguien familiar en el lugar- Camila
-Camila?- sus ojos se abrieron más de lo común.
-no, perdón, ya regreso- sus ojos seguían a una joven, ella lo vio y se acerco- que haces aquí?
-yo?. Perdón pero el que no tiene que estar aquí eres tú!- en su voz no se oía ni rencor y menos enojo, sino mas bien ¨sarcasmo¨-eres tu el que debe irse!
-jaja si claro!-soltó una risita burlo, tomo la mano de ella atrayéndola más, la abrazo y beso su mejilla- asquerosa!
Carla no entendía nada, desde el lugar donde estaba parada podía escuchar perfectamente lo que decían, no entendía el comportamiento de ambos, al principio creyó que eran enemigos o algo por el estilo, pero después del beso y el abrazo no entendió nada