-¿Todavía crees que no tengo intención de olvidarla? No será fácil, lo sabemos. Pero... ¿aún tienes ganas de ayudarme?
Carla sonrió, y asintió levemente. Tal vez ella deba comenzar a ser menos insegura. Y no debe dejarse convencer tan fácil.
Se levantó y abrazó a Roger, pidiéndole que no la deje sola nunca, porque si algo odia es la soledad y él irradia más luz que mil soles.
A pesar de todo.
Regresan al suelo, aún abrazándose, aún sin decir nada. El silencio lo dice todo. Poco a poco el cansancio les gano. Sin importar que aún no fueran ni las siete de la tarde. Durmieron como nunca, Roger primero. Ni siquiera importaba lo incomodo y frío del azulejo, estaban como deberían de estar por siempre, en casa.
Cuando Carla abrió los ojos, era pasada la media noche, despertó a Roger y se fueron a la cama, si bien sólo era para estar más cómodos. Ella se recostó en su pecho y mejor almohada no pudo encontrar.
Cuando sintió el sol en la cara, se removió buscando una nueva postura para dormir, pero un olor bastante peculiar llegó hasta ella, se levantó y se dio cuenta que aún traía la ropa que uso el día anterior. No le tomó mucha importancia y llegó hasta el lugar de donde provenía el olor.
Roger cocinaba, mientras bailaba al ritmo de algo que Carla identificó como los Beatles. Sonrió al escuchar la voz de Roger, cantaba bien y el ayayayayam le salía maravilloso. Se acercó al reproductor y descubrió que se trataba de Like Dreamers do, se quedó un par de canciones más viéndolo y siente y sabe que no sólo le gusta, que es algo más.
-Hello little girl, -Le dijo Roger sonriendo a la par que comenzaba dicha canción.
-Amaneciste de buen humor -Afirmó y él asintió.
-Dormí muy bien. ¿Quieres desayunar? Preparé chilaquiles -Carla asintió y el sirvió dos platos, al igual que jugo de zanahoria.
Roger se dio cuenta de la peculiaridad de Carla, de su sonrisa que es perfecta, de que ese es el rostro que tiene cada mañana y que es hermoso, sin maquillaje, la marca de la almohada que aún no se le difumina y que no estaría nada mal, pasar todas las mañanas junto a ella.
Recogió la mesa y le ayudó a poner los trastes en el lavavajillas.
-Es tarde, me tengo que ir
Carla cambió su expresión a una totalmente de tristeza. Parecía como si no le gustara la soledad, como sí sola no se encontrara o como si le tuviera miedo a algo.
Roger no se fue muy tranquilo, tal vez Carla quedó con algún trauma luego de lo de sus papas.
Es más que obvio que por eso se comporta así, es demasiado extraña, pero ahora Roger tiene en que ayudarla
Carla fue a su departamento, se dio un baño y salió directo al trabajo, para su primer día como gerente de la tienda. Después del fin de semana que tuvo estaba más que preparada para el trabajo
Cuando llego solo estaba su abuela
-buenos días-la saludo y la hizo pasar a la tienda- este es tu día, a partir de hoy la tienda es tuya, una nueva chica vendrá ayudarte, pero lo que llegue a pasar será tu responsabilidad
-lo sé, ya sé todo lo que es esto
-muy bien, entonces me voy, me voy a reunir con… alguien para un nuevo proyecto
- con quien?
-con un empresario, tiene una fundación y quiere hacer un desfile para recaudar fondos
-desde cuanto te importan las fundaciones-mas que sorprendida estaba anodada-tu nunca has querido participar en algo así
-pues ahora sí, me conviene, estamos por lanzar una línea de ropa, y el tiene amigos muy importantes, vamos a negociar hacer una subasta de ropa y eso hablaría muy bien de la tienda-noto la expresión de Carla-eso nos ayudara a las nuevas 2 tiendas
Sin decir más se fue, Carla se quedo en la tienda sola, limpio un poco el lugar y después de unas horas y unas cuantas clientas entro una chica conocida
-Valeria, hola en que te puedo ayudar
-esta tienda es tuya?
-de mi familia-le sonrió con una de esas sonrisas que no se sabe si es verdadera.
-oh mira que bien-caminaba por la tienda viendo la ropa-y tu novio?
-trabajando… y el tuyo?- la seguía con la mirada
-también. Dime Roger te llego hablar de mi?-se detuvo frente a ella-sabes quién fui yo en su vida?
-claro que no, yo no necesito saber quien ha estado en la vida de Roger-la miro directamente a los ojos-si él me quiere es suficiente
-y realmente crees que te quiere?-la miro de pies a cabeza-el no quiere a nadie más que no sea yo!
-debido a que no va a comprar nada, le pido que se retire
Valeria la miro otra vez de pies a cabeza, soltó una risa y salió de la tienda.
Carla sabía que no podía decir nada si ni ella misma estaba segura que Roger pudiera quererla, y si de verdad olvidaría a Valeria.
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