lunes, 2 de abril de 2012

CAPITULO 28 (UNA VIDA NUEVA)


La mañana los encontró dormidos, Roger apresándola contra su cuerpo y Carla ronroneando como gato, hacía mucho que no despertaba así. Se talló los ojos y al intentar enderezarse se sintió un poco mareada. Cuando se le pasó vio la hora y ya se le hacía tarde, como pudo se deshizo de los brazos de Roger y corrió hasta la ducha.
Se fue sin despertarlo, o dejarle una nota. Ir y ver a su nuevo psicólogo, era lo primordial. Cuando llegó inmediatamente paso, no olvidemos que iba con diez minutos de retraso.
-Carla ¿cierto? -Un señor de aproximadamente cincuenta años, con el cabello un poco lleno de canas, ojos claros, que estaban cubiertos por unos lentes cuadrados y una sonrisa impecable. Definitivamente guapo. le preguntó.
-Sí
-Muy bien, ¿Cómo estás? -Le indicó con la mano que se sentará en el pequeño sillón que había, Carla asintió y tomo asiento.
-Bien -Respondió.
-¿Bien? ¿Bien bien? o ¿Bien mal?
La sonrisa de él le daba mucha confianza, no tendrá bronca respondiendo la verdad.
-Bueno, pues más o menos.
-¿Por qué?
Carla pareció pensar su respuesta y todo lo que había pasado en los últimos días llegó hasta su cabeza.
 -No lo sé -respondió -Creo que no he estado haciendo las cosas bien.
-¿por que crees eso?
-La gente no parece muy convencida con lo que hago.
-La gente ¿eh?
-Sí, mi abuela, mi ex novio, a él no le gustaba nada de lo que hacía, hasta me llevó a su hermana psicóloga que me odia para que hablara conmigo.
-¿Tus padres que opinan? -El doctor notó como el rostro de Carla se deformaba, había dado en el clavo.
-Mis padres, están muertos -Dijo y unas lágrimas cruzaban por sus mejillas.
La hora se había acabado, Carla tendría que irse sin haber logrado nada, al doctor no le gustaba dejar ir así a sus pacientes, le arregló una cita para el día siguiente y le hizo prometer que volvería. Carla asintió y con un pañuelo desechable, volvería a intentar resolver lo que sea que haya en su casa.
Carla caminó hasta su departamento, admiró el día y pensó en todo aquello que estaba esperando de su vida, cuando abrió la puerta allí estaba Roger sentado en el sillón con los codos en las rodillas y sus manos en cara, cuando él la vio se levantó de prisa
-estas bien?-dijo con un tono de preocupación
-sí, si –lo miro, sintió sus manos en su cara, y de pronto ya tenía sus labios sobre los suyos, dándole un beso desesperado, un beso de necesidad- estoy bien
-me tenias preocupado, a donde fuiste?-levanto el rostro de Carla con su mano
-fui… con. Bueno perdón tenía una cita con mi psicólogo. Y no quería despertarte-lo separo un poco de ella- desayunamos?
-como te fue?-detuvo el paso de Carla hacia la cocina-dime
-me fue… bien-jalo su brazo bruscamente-tengo hambre
-bien, desayuna, yo… me tengo que ir, un amigo me está esperando en la asociación
-nos vemos después… -dio la vuelta para mirarlo- yo… tendré trabajo hoy así que… luego
-bien-tomo su chaqueta del sillón –mañana tendré una junta y no se cuanto me lleve…-abrió la puerta lentamente- tal vez nos podamos ver para desayunar
-tengo una cita con mi psicólogo y después…
-bueno hablamos después-cerró la puerta. Soltó un suspiro y camino hacia el elevador-hay Carly